En España se toman las doce uvas de la suerte, una con cada campanada de fin de año.
En mi caso las tradiciones son diferentes y desde hace algún tiempo me gusta cambiar mis formas de celebración.
Este año las campanadas marcaron el ritmo de doce latigazos. Y de ese modo, mi perrita mística_de_Cruel y yo comenzamos el 2015, felices de disfrutarlo juntas y a nuestra manera.
Claro que eso no fue lo único que hicimos, pues llegó casi una hora tarde a recogerme debido a los embotellamientos de tráfico que había en la ciudad esa tarde. Sin embargo estoy segura de que la próxima vez hará todo lo posible por llegar a su hora, con atascos o sin ellos, pues la vara de rattan es un artilugio muy convincente ;)
Y, aunque aquí todavía nos quedan los Reyes Magos, estoy deseando retomar mis grabaciones, así que probablemente la semana que viene habrá más movimiento en ese sentido.
Eso sí, mis listas de deseos de Amazon están ahí para que podáis visitarlas y tener un detalle con la mujer que os dedica unas palabras cada día :D
Que manera tan original de empezar el año. Y esa perrita mística se tiene que aplicar mucho, no se puede hacer esperar casi una hora a una Dama como Usted. Feliz año Cruel Dama.
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