Otra vez y otra y otra...

Aunque lo sigo recalcando hasta la saciedad, algunos practican la lectura selectiva, es decir, leen sólo las partes que desean leer y lo demás se lo pasan por el forro.

En el caso de los que sólo entráis a leer, sin más, me parece perfecto, pero es que muchos me siguen escribiendo con un montón de excusas estúpidas. Vamos a ver, en la columna de la derecha hay dos números de teléfono a los que podéis llamar (cuando los veáis conectados) y contarme lo que sea: consultas, fantasías, miedos o cualquier cosa, que para eso están.

Que sí, que soy Ama real (aunque también tengo algún chucho online), que me encanta que me sirvan y que soy sádica. Pero también soy Ama Financiera y si deseas contarme que te vuelve loco la sodomización, la humillación o los pajaritos de colores, estate atento a cuando esos teléfonos estén en verde, me llamas y me lo cuentas.

Muchísimos me decís que sois novatos y que os gustaría probar en este mundo. Es estupendo que persigáis vuestros deseos, yo soy la primera que os anima a desarrollarlos pues, si lo lleváis dentro, seréis felices siendo lo que deseáis ser. Pero yo tengo una serie de fetiches a tener en cuenta incluso antes de contactarme. Y, si mis fetiches no coinciden con los vuestros o no estáis dispuestos a servirme de todas las maneras que yo deseo, entonces lo normal es no contactar conmigo.

Esto es como el espabilado que me mandaba fotos de botas porque decía que había leído que acepto tributos. En fin, ¿qué se puede añadir ante semejante alarde de estupidez? Por no hablar de todas esas promesas de todos los ilusos que creen que despertarán mi codicia, saco en el que incluyo al de la frase anterior.

Soy Ama Financiera, no la tonta a la que podéis marear con bobadas. Yo elijo quién me sirve y quién no. Y espero que este sea el último post de este estilo por este año, que ya hay unos cuantos así. Recuerda: si no voy a ser tu prioridad, entonces no soy una opción.