Deseos, deseos...

Soy visceral y necesito que mis pulsiones sean satisfechas cuando algo capta mi atención. Si no consigo lo que deseo, del modo en que lo deseo, si los demás no se definen con mis mismos objetivos y con similar intensidad, voy perdiendo el interés y acabo por alejarme hacia otros rumbos hasta encontrar lo que para mi es mi razón de ser en cada momento. O que me encuentre ;)

No descuido mis responsabilidades en mi afán de seguir avanzando, incluso disfruto de ellas, pero a estas alturas de mi vida no necesito lastres inútiles y paralizantes que intenten bloquear mi camino.

Y sin embargo no pierdo de vista la sensatez, pues soy tremendamente realista.

Me enciendo con el regalo de un nuevo artículo de tortura, un perfume que me guste, una cantidad en metálico por sorpresa, un sacrificio físico por y para mi, unas lágrimas verdaderas, un rostro humillado al que podría amar y someter... Pero si todo eso es fruto de un calentón circunstancial y no pueden seguir mi ritmo (o no desean hacerlo), saciaré mis pulsiones en otra parte.

Prefiero darme un festín cuando algo (o alguien) me apasiona, a probar sólo un bocado si estoy hambrienta. Y si ese alguien no va a ser para mi, completamente mío, mi implicación se irá difuminando como el humo de mi cigarrillo.

Soy afortunada por vivir como deseo hacerlo. He ido alcanzando mis metas. Unas veces he ganado y otras he perdido. Es el precio de arriesgar apostando por lo que se desea.

Ahora quiero algo realmente pasional, algo que consiga sorprenderme acatando mi tiranía y voracidad sin cuestionamientos, que disfrute de verdad siendo abducido cuando se me antoje, que padezca con una sonrisa mis instintos posesivos y absorbentes. Cierto, tengo más esclavos, pero ahora quiero algo diferente, me siento especialmente caprichosa. ¿Existe el esclavo con el que fantaseo? Ya veremos :D