La veo evolucionar con las demás clientas y, ya sea por su cultura o por su personalidad, es muy servicial con todo el mundo. Pero hasta mi esclava se da cuenta de que hay matices y detalles que tiene conmigo y no con otras asiduas al negocio.
Me divierte advertir un destello de celos en los ojos de mi perrilla, ya que ella es la única hembra de mi cuadra, pero cada día se hace más evidente el por qué.
La esteticien intenta atenderme personalmente siempre que no esté ya ocupada cuando llego y, aún si no se da el caso, está pendiente de mi comodidad sin dejar de mirarme de soslayo, cobrándome mucho menos de lo que figura en el listado de precios del local cuando me voy, entre otros detalles significativos.
La observo cuando otras clientas se van, ayudándolas a ponerse el abrigo y despidiéndolas con una sonrisa, pero mi sorpresa fue un día cuando, no sólo me puso el abrigo, sino que se arrodilló en el suelo para abrochármelo con la cabecita baja en una postura inconfundible, cosa que jamás le he visto hacer con nadie.
¿Creéis, como mi esclava, que debería de darle el enlace de este blog? jajaja.
Cualquier lugar es bueno para reclutar esclavos..., no?
ResponderEliminarMe surgen preguntas que estimo debería plantearse:
¿ Cambiaría su servicial atención actual? y ¿merece la pena asumir el riesgo de presentarse públicamente?..., o se fía de la discreción de la oriental.
Por otra parte, ¿necesita una nueva perra en su Cuadra-Harem?... Es indudable que una especialista en un salón de belleza la pueda reportar satisfacción y bienestar, pero ¿la seduce atender los aparentes deseos sumisos de su esteticien?.
...y ¿ponerla a prueba antes de facilitarla el blog?, ¿provocarla con su atrevida imaginación?, ¿conocerla con su experta habilidad para manipular a los sumisos?.
Una de sus propiedades al que solo le preocupa su bienestar y que cualquier captación de nuevos esclavos los tratara como camaradas de felicidad,