jueves, 4 de abril de 2013

Jugueteos

Puedo entender, y de hecho me divierte, observar las peripecias y equilibrios que algunos hacen para sobrellevar su doble vida, la de ejemplar marido y padre de familia y la de esclavo de CruelDama.

Permito evolucionar con un cierto margen de maniobra porque hay ámbitos en los que no entro: trabajo y familia. Pero es divertido comprobar la ansiedad que atraviesan en ocasiones al no poder disponer de todo su tiempo para estar a mis pies y cumplir sus tareas sin que afecten (o al menos que queden disimuladas) ni a su vida pública ni, por supuesto, a su relación conmigo.

Y a veces es difícil compaginar las dos cosas, a pesar de que concedo licencias a menudo ya que dispongo de más esclavos de los que ocuparme. Pero lo que no consiento son dobleces.

Un esclavo, mi esclavo, no debe esconderme nada y mucho menos mentirme, porque aunque pueda "colar" algo en algún momento, la verdad acaba saliendo a la luz tarde o temprano y ahí es donde tomo medidas drásticas o doy carpetazo directamente. Tampoco soy tonta aunque a veces juego a hacérmelo para ver hasta dónde puede llegar una maraña de enredos.

Sigo observando a un ratoncillo en concreto, el zarpazo felino llegará cuando a mi me apetezca (y él menos se lo espere) ;)

1 comentario:

  1. Cada vez estoy más convencido de que USTED es un Ser Superior.

    Humildes saludos.

    ResponderEliminar