domingo, 17 de marzo de 2013

Fantasía de esclavitud

Fantasear es muy sano. Todos tenemos fantasías, algunas las llevamos a cabo y otras se quedarán en el tintero para siempre. De las que hacemos realidad están las que finalmente no son los que esperábamos e incluso llegan a desagradarnos y luego están las que no sólo nos complacen, sino que nuestra mente trabaja sobre ellas y las amplía, perfeccionándolas, convirtiéndolas en variaciones de lo ya realizado y creando así una fantasía nueva.

Pero hay que saber vivir en la realidad. Me encuentro a bastantes sumisos que, en su ansia de pertenencia, se comportan como si su vida soñada fuera un hecho y hablan de sus planes como si sus fantasías de vida fueran reales.

Un poco de calma, perrillos, que a veces la realidad no es tan idílica como la pensáis. La esclavitud es lo deseado para la mayoría de los sumisos, pero el camino no es fácil y, si vuestras expectativas no son las del Ama, no habrá nada que hacer, ¿no creéis?

¿Tu felicidad es la de servir a una Mujer especial, con sus virtudes y sus defectos, con sus caprichos y sus perversiones? Es fácil asentir ahora, pero el trayecto está lleno de obstáculos. Tienes deseos e ilusiones y es un buen comienzo, pero no eres tú quien escribirá el guión de tu esclavitud.

1 comentario:

  1. Normalmente consideramos las fantasías como patrimonio de los sumisos..., es inhabitual que una Dama reconozca que tiene fantasías y que ademas intenta realizarlas..., sin embargo es lo natural y una Domina tiene el poder suficiente para convertir los sueños en posibles..., ¿sera CruelDama una de las pocas que se atreve a decir lo que a otras les avergüenza mencionar?.
    La hipocresía, esta tan metida en nuestra vida cotidiana, que nos parece natural creer que vivimos nuestros sueños, cuando no somos capaces de evaluar nuestra propia realidad.
    Que alguien sepa evaluar nuestra realidad, no es muy común. Que una Dama quiera escribir un guion conmigo, es lo que toda la vida llevo buscando. Que te sientas tratado de forma diferente, es lo que me permite respetarme como persona.

    Un esclavo con fantasías que solo podrá hacerlas reales, si seduce a su Diosa-Diabla para hacerlas posibles.

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