martes, 19 de febrero de 2013

Lo que no funciona

Cualquier mujer (y más si es Dominante) está acostumbrada a halagos, piropos y que nos hagan la pelota descaradamente. Y sí, nos gusta que nos digan cosas bonitas, pero sin pasarse, porque también sabemos diferenciar a un babosillo de unas palabras sinceras.

No se trata de que nos estéis diciendo constantemente lo maravillosas que somos o lo guapísimas que estamos, que sí, nos gusta, no voy a negarlo, pero tanta insistencia acaba por aburrir.

En determinados casos puede causar hasta rechazo y ese efecto se potencia al infinito si veo que utilizas la misma técnica con otras Dóminas; todas rechazamos al sumiso que se dedica a ofrecerse a las demás o que coquetea con todas.

Los hay que tienen un texto guardado en algún block de notas y se dedica a mandarlo mediante copia/pega a cuanta Ama se le cruza.

Nada como la naturalidad, sé tú mismo; esos correos o mensajes interminables con tu listado de preferencias dicen mucho de ti (y no precisamente bueno).

Cambia de táctica, no nos gustan los babosos, los pelotas, los de la lista ni los quejicas. ¿Te ofreces a todas, te ofreces para quejarte, te ofreces para que cumplan tus fantasías y necesidades? Continúa tu camino, primero están las mías ;)

1 comentario:

  1. Desde mi punto de vista esta es la fuente de la insatisfacción del colectivo sumiso.
    Cuando nos reconocemos como sumís, intentamos captar la atención de un Ama, para comenzar una relación y abordamos a las Amas como si todas fueran iguales, sin considerar que detrás de los nik mas o menos sugerentes hay persona individuales.
    Personas que han reconocido su inclinación dominante y que para convertirse en Amas, necesita al menos un sumiso singular.
    A los sumís nos han dado una educación machista, mediante la cual debemos piropear a las Damas, adularlas hasta el peloteo para ligar con Ellas y conseguir nuestras fantasías egoístas.
    Solo el tiempo nos hace cambiar de actitud y comprender que el Ama es la que tiene que ser egoista, que debemos intentar conocer algo de Ella para poder elaborar mensajes apropiados e individualizados que consigan seducirla y acepte nuestra compañía.
    Conseguir una Domina que nos conceda el privilegio de una relación DomFem supone seguir su camino y esforzarse por satisfacer sus fantasías..., De como nos aprecie, depende que se hagan realidad nuestros sueños.
    Un sumí que siempre entendio que detrás de una Domina hay una Diosa individual

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