sábado, 8 de diciembre de 2012

Sadismo y poder


Yeats hablaba sobre las hadas en estos términos: viven el amor, el deseo y la cólera tan intensamente como lo vive un inmortal.
¿Tendremos algo de hadas las sádicas? jajaja

Tener el poder es algo sublime para mi y en ese poder va incluido el ostentarlo causando dolor si se me antoja, siendo tan caprichosa y egoísta como quiero, aparcando convencionalismos sociales.

¿Que qué siento ejerciendo el sadismo? Pues bien, no se trata de sentimientos de rencor o venganza, muy al contrario y, por paradójico que suene, una entrega de ese calibre, pasando por ese dolor para mi y por mi, me activa resortes e instintos protectores que acaban generando emociones positivas.

El sadismo no tiene nada de mezquino, lo traduzco mejor como una búsqueda hedonista del disfrute y el placer en una lujuriosa ausencia de tabúes, donde puedo expresarme, ya sea física o psicológicamente y ser yo misma.

Me encanta tener el poder, y me desenvuelvo en mi vida diaria ejerciendo el poder sobre quienes me rodean; someterlos bajo mi voluntad es lo que hace de todo esto algo excitante y divertido.

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