miércoles, 21 de enero de 2015

Chismorreo

Todos sabemos cómo son las relaciones humanas y, a pesar de que me gusta establecer relaciones de larga duración, nada es eterno. Unos llegan, otros se van...

Cuando me encuentro a gente que me conoce desde hace tiempo, y me preguntan qué fue de tal o cual esclavo que yo tenía en determinado momento y ellos conocieron, puedo contestar "ese esclavo ya no me pertenece" o bien "sigue a mis pies, como siempre", dependiendo del caso.

Si se quedan esperando una explicación más amplia, sonrío. A no ser que quien pregunta pertenezca a mi círculo de amistades, no considero necesario extenderme en explicaciones.

Me gusta la discreción y lo que haya entre mis esclavos (o ex-esclavos) y yo, pertenece a nuestra vida privada. Del mismo modo que no voy a airear una confidencia que se me haya hecho, tampoco me gustan los cotilleos y muchísimo menos los correveidiles, esos aficionados a conseguir cualquier migaja de información para compartirla en el corrillo siguiente.

Aquí cuento todo lo que deseo contar. Y no es poco, pues creo que soy una de las Dóminas qué más cosas de su vida comparte. Pero, como decía hace no muchos días, comparto lo que deseo compartir y me reservo lo que no deseo exponer.

La pregunta más habitual suele ser cuántos esclavos tengo. Aquí mi respuesta es siempre una gran sonrisa :)

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