martes, 2 de diciembre de 2014

Valor

Cuando asumimos lo que somos, permitiéndonos a nosotros mismos disfrutar de ello, descubrimos que todo un mundo nuevo se abre para nosotros.

Eso sí, siempre que realmente "seamos", pues muchos y muchas dicen "ser" y luego la realidad es otra. 

"No, es que yo soy sumiso pero soy rebelde". Ah, estupendo, entonces cierra la puerta al salir y a ver si me encuentras cuando lo tengas claro, que yo decido a qué juegos quiero jugar y ese ni lo contemplo.

Si mareas la perdiz está bien, es tu elección, pero ni te imaginas todo lo que te estás negando a ti mismo con esa actitud. Eres muy libre de perderte experiencias que podrían no sólo colmar, sino rebasar tus expectativas. Y todo por aferrarte a tu orgullo.

Puede que tu caso sea el de alguien que ha probado un trocito de cielo y, por falta de honestidad (o incluso cobardía), te quedes rumiando todo lo que pudo ser y no fue.

Si las excusas tras las que te escudas son los condicionamientos sociales, las responsabilidades familiares y laborales, o que en la tienda no quedaban gominolas de piña, no pasa nada, quédate mirando cómo viven y disfrutan los demás.

Yo me quedo con los valientes, con los que viven, con los que se atreven a ser y son y con los que tienen la humildad suficiente como para reconocer y enmendar sus errores.

1 comentario:

  1. Buenas noches bella Sra un post magnifico como todos los q pone y realmente coincidimos en todo los hay q dicen ser y luego na y los hay que si y son lo que buscan muchas a estas alturas que le puedo contar que no sepa y referente á esta Sumi que escribe creo que la conoce y sabe que rara vez se puede echar atrás en algo o abces si porque realmente no lo eh probado todo bueno usted me conoce

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