martes, 12 de agosto de 2014

Soluciones

Cómo nos gusta complicarnos la vida, con lo fáciles que son las cosas la mayoría de las veces...

Comprendo que a un masoquista emocional le encante hacer un drama de cada cosa y rumiar sus desdichas amparándose en cualquier excusa para saborearlas, lo que me supera son los dramones cotidianos en los que la gente se revuelca hasta el punto de permitir que cualquier chorrada los bloquee.

Si partimos de la base de que la felicidad de un esclavo es hacer feliz a su Dueña, el esclavo, consciente de a quién se somete, se entrega a los deseos de ella (por voluntad propia) aún no siendo masoquista o teniendo que hacer tareas rutinarias no deseadas.

¿Tu vida es una vorágine de desilusiones? Tal vez necesites buscar otro camino u otras personas que te llenen. ¿La soledad no deseada se ha instalado en tu vida? Pregúntate por qué y modifica tus errores. ¿Servir a tu Ama no te hace feliz? Solicita que te devuelva la libertad y continúa con tu vida, que ella continuará con la suya.

Este post se lo dedico a alguien en concreto, alguien que teme a los cambios y no se da cuenta de que los cambios, aunque ahora mismo no pueda ver más allá del futuro inmediato, significan mejoras y evolución, por duros que resulten al principio.

A grandes problemas, grandes soluciones. Y si tus problemas no son tan grandes, ¿a qué viene tanta desazón?

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