Inmadurez y rebeldía

Me causan bastante rechazo las personas que se declaran inmaduras. Suele ser la excusa perfecta en la que se escudan para eludir cualquier tipo de responsabilidad sobre cualquier cosa.

¿No creéis que resulta patético que alguien con 30, 40 o 50 años se comporte como un adolescente? Se puede tener muy buen humor, jugar a lo que sea, pero también ser responsables y serios con las cosas que nos importan.

El subterfugio de la inmadurez sólo sirve para que se esfume cualquier atisbo de confianza. Esta clase de personas, las que padecen el síndrome de inmadurez emocional, suelen ser en principio divertidas, de risa fácil y despreocupada, todo lo toman a broma, pero es difícil tomarlos en serio a ellos, pues no afrontan las consecuencias de sus actos ni de sus palabras.

Paradójicamente, temen el rechazo, ser abandonados, el no ser queridos o el dejar de serlo.

Todos conocemos casos así, abundan más de lo que parece, pero yo ya no tengo paciencia con sumisos inmaduros, prefiero gastar mis energías en los que tienen las ideas claras y lo demuestran, en los que no se limitan a jugar a ser, sino en los que necesitan ser.

Otro caso que esquivo es el de los sumisos rebeldes. ¿Quién desea una relación agotadora con alguien que te está retando continuamente y no avanza en su adiestramiento? Me parece estupendo que a otras les atraigan, pero para mi FemDom es algo que me tomo con la seriedad que merece y la responsabilidad que conlleva. FemDom es mi vida y, para mi, mi vida es muy importante.