jueves, 6 de febrero de 2014

Cortejo y diversión

Me fascina el juego de la seducción. Tanto si es el aspirante a servirme el que se esfuerza por conseguir mi atención, como si soy yo la que tiendo mis redes alrededor de una posible "víctima", cuando las cosas avanzan hay algo mágico en el aire.

Claro que mis "idilios" son muy personales, aunque si analizamos con calma, hay muchos factores comunes con los cortejos vainilla.

Si sustituimos el típico ramo de flores por un nuevo instrumento de tortura para mi colección, palabras empalagosas como "cariño" por un "Dueña" dicho con adoración en la mirada, cambiamos los intentos de aproximacion del macho en un cine o espectáculo por algo que me encanta hacer (como clavar mis uñas en sus testículos durante la función aprovechando la oscuridad del momento), los arrumacos por exigencias y todo el morbo que supone la complicidad de saberse a mi merced y mi capricho, con la incertidumbre de no saber qué será lo siguiente, qué pasará por mi mente, qué desearé a continuación... tenemos la mezcla perfecta para continuar con ese cosquilleo en el estómago.

Me considero una mujer sensual y me gusta cuidar los pequeños detalles. Eso sí, siempre que vea una respuesta positiva del otro lado, de lo contrario acabo aburriéndome y no vacilo en buscar otra víctima más adecuada a mis propósitos :)

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