lunes, 23 de septiembre de 2013

Espectáculos deplorables

Cuando una relación se termina, con lo que debemos quedarnos es con esos maravillosos recuerdos de tantas cosas compartidas y vividas junto a esa persona que ya no camina a nuestro lado (o a nuestros pies) ;)

¿Qué necesidad tengo de airear públicamente fallos o agravios, cuando esa persona me aportó en su momento muchas otras cosas que me hicieron vibrar?

No estoy diciendo que todo el mundo sea bueno, que yo también tengo experiencias muy desagradables, sino que prefiero quedarme con las experiencias positivas y lo mucho que disfruté en algunos momentos.

El rencor desemboca en aislamiento y amargura, la ira en agresividad y autodestrucción, afectando ambas a nuestra calidad de vida y a nuestro entorno. Yo me niego a anclarme en esas emociones negativas habiendo tantas cosas buenas por disfrutar.

No soy una mujer insensible y sin sentimientos. Yo también me enfado y hay momentos en los que dejar salir la rabia es muy sano, pero después de desahogarme con el interesado (si es que lo considero necesario), la vida continua y ahí fuera hay muchísimas personas con las que interactuar.

Roles aparte, a veces cometemos el error de pensar que los demás se comportarán del mismo modo que lo haríamos nosotros o del modo que nosotros esperamos de ellos, sin tener en cuenta que los demás tienen su propia personalidad y su propia perspectiva, que puede ser diferente de la nuestra. O simplemente que la otra persona se ha dado cuenta de que sus intereses no son los mismos que los nuestros. Y otras veces nuestro error consiste en conceder el poder de que lo que hagan o digan nos afecte.

Lo que no comprendo es que los integrantes de una relación terminada se dediquen a airear los trapos sucios en público. Esto es bastante habitual y lo único que me produce es rechazo. Ni tengo ninguna necesidad de enterarme de las ofensas que uno u otro se han dedicado, ni me interesa lo más mínimo.

1 comentario:

  1. Airear los trapos sucios en público mereces ni partido y cualquier emociones negativas como el odio, resentimiento y el rencor estan cargas pesadas de soportar que nos impiden seguir adelante con nuestras vidas. Tiene toda la razón rechazar tales emociones y recordar las cosas positivas que la relación trajo a tu vida, estas se aligera el corazón y enriquecer el espíritu más que arrastrarlo hacia abajo en el canal.

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