lunes, 28 de enero de 2013

Opiniones

Ayer, comiendo con una amiga, hablábamos sobre sumisos y esclavos. Ella defendía la postura de que los esclavos son todos iguales y yo no estoy de acuerdo con eso.

Su argumento consistía en que le da igual lo que un sumiso prefiera o necesite y no es partidaria del diálogo. Bien, aquí es donde chocábamos entre risas irónicas porque si bien hay algún esclavo al que puedo convertir en mi marioneta sin derecho a réplica, hay otros a los que hay que ir guiando y manipulando para que sean y se comporten como quiero.

Tampoco deseo toda una serie de clones repetidos porque acabaría aburriéndome soberanamente.

Para mi cada esclavo es diferente a los demás y me aporta cosas distintas. Tengo en cuenta sus personalidades y, aunque el fin del adiestramiento de todos sea complacerme y servirme, me deleito con el camino a recorrer.

Ese camino repleto de obstáculos, sudor, risas y lágrimas para mi supone un incentivo. Si el adiestramiento del sumiso me aburre o si el propio sumiso lo hace porque no avanza o no me motiva a seguir jugando con él, acaba relegado y apartado.

Finalmente llegamos a una conclusión en la que estamos completamente de acuerdo: las dos somos egoístas, manipuladoras y exigentes, pero con el delicioso añadido de que les encanta que lo seamos.

1 comentario:

  1. Para mi una Domina que no es partidaria de dialogar con el sumiso, no respeta a la persona con quien se relaciona, claro que hay sumís que anteponen su inclinación sexual a su personalidad.
    Esa tipología de Amas lo que quieren son seres sin personalidad, no les importa la dominación mental y solo pretenden machos autómatas obedientes, más o menos habilidosos para procurar su bienestar o satisfacción
    Suele tratarse de personas simplistas, que les cuesta pensar o analizar y que no saben disfrutar de la vida. Imaginan que llegando al fin (esclavos idénticos) alcanzaran la felicidad, sin darse cuenta que en el camino es donde realmente se disfruta.
    Desbrozar sumisos verdaderos de sumisos hipócritas es imposible sin dialogo-conocimiento, complicado alcanzar un consenso deseable en el BDSM, suele ser la causa de la frustración de muchas relaciones y tienen el efecto de la desmoralización del sumiso autentico en su búsqueda.

    Una Diosa que quiere convertirse en Ama real, se presenta públicamente para captar la atención de los sumisos, como CruelDama. Impone sus reglas para comenzar una relación DomFem, para comprobar el interés del sumiso e igualar por el mismo rasero a todos los candidatos, como Ud. hace.
    Cuando dialoga, conoce al aspirante y analiza si le merece la pena dedicarle parte de su tiempo. Cuando congenia con el candidato, le concede el privilegio de sesionar con él, mantenerlo dentro del proceso selectivo y someterle a pruebas con los que poder examinar su progreso.
    Me parece que su respeto hacia el desconocido que se ofrece: es brutal. Su forma de disfrutar de la vida: real y tocara sin duda la felicidad. Su estilo de conducirse como Domina: un sueño que nunca creí ver.
    Un sumí que la admira cada día mas

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