viernes, 21 de diciembre de 2012

Misterios sin resolver


He hablado ya del verdadero esclavo, del sumiso que empieza, del que teme empezar pero siente en su interior que ese es su camino, de los merodeadores que sólo tratan de hacerme perder el tiempo...

Pero de entre la fauna virtual aún hay otros tipos de especímenes. Está también el sumi-moovie.

El sumi-moovie es un personaje tranquilo, apacible, correcto y educado. En su relación conmigo mediante correo electrónico y redes sociales es un perrillo muy agradable. Su conducta es la de un caballero e incluso sobreactúa un poquito comportándose como si ya me perteneciera, como si su entrega hacia mi fuera ya un hecho.

Da los pasos necesarios para llegar a mi messenger obedeciendo cada una de mis pautas, e incluso allí todo va sobre ruedas... hasta que es requerido en real para, no ya una sesión, sino un simple café en un lugar público.

¿Fantasías de esclavitud tras la pantalla? No voy a criticar eso, hay muchos perrillos que por sus circunstancias personales no pueden llegar a vivir en persona todo lo que les gustaría y es muy respetable que busquen una relación virtual. Pero entonces ¿dónde está toda esa extensa experiencia real de la que el sumi-moovie hablaba y que repetía necesitar tanto?

Misterios de la filmografía :D

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