Anoche apareció uno de mis chuchillos al que, por motivos laborales, no veía desde hacía un par de semanas y me pidió permiso para traerme el fin de semana a un destino sorpresa.
Al principio dudé, pues ya era tarde, pero mi perra se encargó de hacerme el equipaje mientras me daba una ducha. El complot jugó a mi favor y no me arrepiento de haber venido.
Todavía no me he despertado del todo, pues entre unas cosas y otras, acabé acostándome tardísimo, pero el día promete :D
Hoy escribo desde Lisboa, así que estaré muy ocupada disfrutando de la ciudad, visitando a un par de amigas y torturando a mi esclavo ;)
Me gusta mucho tu web. Gracias por compatirla.
ResponderEliminarA mi también me gusta este blog. Creo que tendría que actualizar un poco más, pero está genial
ResponderEliminar