En general estoy contenta con mis esclavos, a pesar de que siempre hay cositas que corregir, pero de vez en cuando surge algún malentendido o alguno se toma alguna libertad (que no tiene) y hay que recordarles su sitio.
Suelo decir que no hay nada eterno ni puestos inamovibles. Y es completamente cierto. Por poner un ejemplo: hoy puedo tener cinco, pasado mañana siete y en un par de meses sólo uno. No es que yo sea voluble, en absoluto, es que tienen que demostrar día a día, con su actitud y comportamiento, que me pertenecen.
Cuando tengo que tomar una decisión drástica, pienso en ella desde varias perspectivas, pero cuando dicha decisión está tomada, no hay marcha atrás. ¿Fría? Yo diría realista. ¿Para qué quiero bultos inútiles pudiendo reemplazarlos por esclavos complacientes? ;)
En fin, creo que a mi vuelta habrá sorpresas.
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