Cuando un esclavo se comporta como si su relación conmigo fuera ya algo seguro e inamovible, descuidando su atención hacia mi e incumpliendo alguna de esas obligaciones que se permite juzgar como poco importantes y se instala en la comodidad de saber que me verá cada semana, o bien se convence a sí mismo de que bastará regalarme algún caprichito para que pase por alto sus faltas...
Cuando el portador de mi collar considera que no necesita darme explicaciones o se salta a la torera el hacerlo porque yo estoy ocupada con otras mil cosas y no me voy a dar cuenta...
Puedo ser permisiva alguna vez, pero eso no significa que lo vaya a ser siempre. No es el esclavo el que ha de juzgar si lo está haciendo bien o mal, soy yo la que decide, la que demanda, la que sonríe o condena.
Es estupendo tener un Ama atareada, pues eso da la posibilidad de relajar los compromisos adquiridos y marear la perdiz hasta la próxima vez que me ponga seria.
Pero CruelDama es maquiavélica y observa incluso cuando parece que no se da cuenta de las cosas.
No soy yo quien ha de demostrar, no soy yo la que tiene que vivir pendiente. Yo soy la que ha de ser complacida, la que mira de reojo y que puede caer sobre ti con toda mi furia si así lo deseo.
Un collar es un símbolo de propiedad, pero también es un compromiso de esfuerzo cotidiano. Dejo pasar el tiempo y observo reacciones sin dramas. Es fantástico que recuerden lo que son antes de que sea demasiado tarde :)
Un esclavo bien en recordar que su primer pensamiento siempre debe ser para el bienestar de su dueño y nunca debe ser complaciente. El verdadero esclavo deriva placer y alegría en dar a su dueño y haciendo o anticipar la voluntad del propietario. Si el esclavo relajarse o se convierten tan confiado en su posición en cuanto a descuidar su deber a su dueño, tiene que ser castigado como un recordatorio. Esto puede suceder una vez pero nunca pasara una segunda vez y si lo hace de nuevo el esclavo debe ser despedido inmediatamente.
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