Pues ya está, ya tengo un año más. No pensaba en grandes celebraciones, pero al final hubo tarta, visitas, infinidad de felicitaciones (online, por teléfono y en persona) y regalitos :D
La verdad es que el día fue genial porque, aunque no soy propensa a demostraciones afectivas exageradas, hubo momentos emotivos para mi.
Repito lo que siempre digo: soy una mujer afortunada.
Hubo un detalle que me gustó mucho, y es que dos sumisos (a los que no conozco pero que siguen mi blog) me pidieron mi cuenta Paypal para enviarme un regalo en metálico, diciéndome que les gustaría agradecerme de ese modo mi esfuerzo diario en la divulgación del FemDom y BDSM. Y, sinceramente, agradezco muchísimo las pequeñas cantidades que me enviaron, pues a veces son más significativos diez euros enviados con afecto que un regalo carísimo que no supone ningún problema económico al que lo hace.
Gracias a todos por vuestras felicitaciones, por las palabras que me habéis dejado por las redes y en mi correo pues, aunque hubo momentos en que estaba abrumada por el volumen de todos los que me hablabais a la vez y era incapaz de contestaros a todos, me habéis hecho sentir que algo debo de estar haciendo bien cuando sois tantos los que estáis ahí :)
Un nuevo año ha empezado para mi, voy a vivirlo y exprimirlo a gusto, ¿os venís? ;)
Feliz cumpleanos
ResponderEliminarGracias, Roxandra :)
EliminarDesde la distancia, me añado, siempre es interesante de leer...
ResponderEliminarY hablando de regalos, me debe una opinion sobre algo, no?
Bueno, digo "me debe" pero sientase libre obviamente de darla, pero pocos se atreven a valorarmelo... me arriesgo a que me lo destripe...
Acepto el desafío, matango, te daré mi opinión. Dedicaré otra entrada con mi crítica en unos días :D
EliminarFeliz cumpleaños, Señora.
ResponderEliminarDisculpe mi descuido por llegar un poco tarde a la fiesta
Gracias, g{A.M.} :)
ResponderEliminarPues sólo espero que hayas disfrutado tu cumple y mis deseos para un maravilloso año
ResponderEliminarbesos desde Buenos Aires
Gracias, Mistress Roxy, la verdad es que no me puedo quejar. Un beso!
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