Muchos sumisos prefieren una relación de exclusividad con su Ama, y es totalmente válido si ella acepta y también desea ese tipo de relación. No es mi caso, yo disfruto con el sistema de cuadra, disponiendo de varios esclavos de mi propiedad.
En mis relaciones con los míos no admito las consecuencias que se derivan de los celos (reproches, reclamos, exigencias,...) y, aunque no es fácil, procuro educar esos episodios que puedan surgir en un principio antes de que se conviertan en delirios celotípicos.
Es necesaria mucha comunicación y, sobre todo, sinceridad desde el primer momento, haciendo interiorizar al sumiso que el hecho de que yo posea otros no significa que lo vaya a abandonar.
En mi experiencia personal he comprobado que las sumisas son más celosas que los sumisos. A ellas les cuesta más aceptar determinadas situaciones, aunque cuando se integran en la cuadra son las primeras en mantener la poliarmonía apoyando a sus hermanas y hermanos de sumisión.
No dejo de ser la figura de apego, ya que soy la prioridad para cada uno, pero dejan de percibir a los demás como una amenaza a su vínculo conmigo.
No estoy diciendo que sea fácil, de hecho no facilito el contacto con los demás a un nuevo miembro hasta que considero que está preparado para aceptarlo y asumirlo.
Todos y cada uno son especiales para mi y todo va sobre rueda cuando lo comprenden :)
Los celos son muy malos, siempre lo he pensado, yo nunca he tenido celos de nadie y no puedo opinar sobre ellos, pero sí que he conocido personas que tienen, y lo pasa mal el que los tiene como él quien los recibe.
ResponderEliminarA sus pies, Susi
Yo la verdad es que soy una persona muy poca celosa, quizás hace 10 años cuando tenía 18 y no tenía experiencia en relaciones largas, sí que podía ser celoso, pero hoy no. Me encanta la libertad y compartir jeje. Además, que siempre me gusta probar cosas nuevas, creo que es la actitud que hay que tener en la vida porque te hace comprensible y tolerante. Y no encerrarse en uno mismo y en la posesión de la pareja, que al fin y al cabo, son los celos.
ResponderEliminarA sus pies,
servus{Bastet}