Diferencias y semejanzas

Las generalizaciones no son buenas, aunque a veces es necesario recurrir a englobar a un grupo de personas de una determinada tendencia, rol o características para agilizar una conversación, o nos perderíamos en puntualizaciones y detalles interminables dando al traste con cualquier intento de comunicación.

Pero aún habiendo similitudes generalizadas, las diferencias existen y son notables.

Una Dominante lo puede ser de muchas formas y, aún si lo es del mismo modo que otra en cuanto a personalidad, sus prácticas, gustos, preferencias y pulsiones pueden ser completamente diferentes a los de esa otra.

Existen Amas sádicas, no sádicas, frías e impertérritas, cercanas, cariñosas, crueles y justas, crueles e injustas, responsables, irresponsables, sexualmente intensas, asexuadas, controladoras, despreocupadas, Dóminas a tiempo parcial, Amas que adoran su estilo de vida, Amas y Dóminas cibernéticas, reales... Podría seguir así todo el día, pero creo que se capta la diversidad que existe dentro de un mismo rol. Y, por cierto, me dejo a las que una de mis amigas tilda de "amitas quiero y no puedo", valga como punto humorístico, aunque también existen.

Hago hincapié, como es mi costumbre, en que sois vosotros los que tenéis que emplear vuestro tiempo para conocer a cada una, que lo de entregaros a la primera que os habla no suele dar los mejores resultados ;)

¿Y qué decir de los sumisos? Pues exactamente lo mismo. Puede haber coincidencias, pero ninguno es igual a los demás.

Y, si ya cada uno de los integrantes de una relación D/s es único en sí mismo, la inmensidad de combinaciones que pueden existir en cada relación es infinita. En resumen: no hay dos relaciones iguales, del mismo modo que no hay dos personas idénticas.

Sin embargo tendemos a hacer generalizaciones, pues si especificamos cada uno de los términos de una frase, sería muy difícil (e interminable) conversar. Es bueno ajustarse todo lo posible al término exacto de lo que deseamos transmitir, aunque en ocasiones hay que pluralizar para no eternizarnos con explicaciones y hacer más fluida la comunicación.