domingo, 14 de julio de 2013

Amplitud de miras

Parece que os gustó mucho el artículo de ayer, pero hubo quien no lo comprendió del todo. Hablaba de que sé respetar a todo el mundo y evito emitir juicios sobre lo que los demás hagan, pero no os equivoquéis, no he dicho en ningún momento que piense que todo el mundo es bueno, jajaja.

En estos años me he encontrado gente de todo tipo, situaciones surrealistas y hasta verdaderas atrocidades. No me altero con facilidad y sé atajar las tonterías con una frase diplomática sin pestañear ni perder la sonrisa, pero también tengo una lengua afilada y los que me conocen saben que no me resulta difícil poner nervioso al más pintado con pocas palabras.

Y soy partidaria de la tolerancia. La frase "vive y deja vivir" es un lema estupendo, aunque como seres humanos tendemos a juzgar lo que no comprendemos o lo que se salga de nuestro pequeño mundo asumido. De eso hablaba en el post "Falsos sumisos".

Mientras no respetemos a los demás continuará la "guerra" entre los que viven FemDom y BDSM como estilo de vida y los que lo hacen como un juego ocasional sin mayores implicaciones. Y yo me niego a entrar en esa batalla, pues para mi todo es válido si se disfruta de lo que sea que se haga (o no se haga). Que alguien piense o sienta de distinto modo que yo no significa que me vaya a contagiar un virus repulsivo, sino que sus percepciones y elecciones son diferentes a las mías.

¿Que alguien vive masturbándose constantemente con fotos, videos o conversaciones subidas de tono? ¡Fantástico! Yo disfruto tremendamente de la tortura genital, de tease and denial, de la Dominación financiera y de muchas otras cosas que para otros son impensables.

¿Que algunos no llevarán jamás a la realidad sus fantasías quedándose tras la pantalla? ¡Genial! Yo esclavizo y someto psicológica y físicamente a mis propiedades. Cada uno elegimos nuestras opciones y preferencias.

Ahora bien, el que entra a mi servicio no tendrá más opciones que las que yo decida. Pero esa es otra historia :D

1 comentario:

  1. Renunciar a tus fetiches, a la pornografia y al orgasmo fácil y a la carta por servir a una mujer como desee es algo que no esta al alcance de todos. Hay que valorarlo como se merece, una sensación que no puede describirse con palabras.
    A sus pies.

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