viernes, 28 de diciembre de 2012

Adiestramiento


Se trata de generar respuestas o reflejos condicionados, motivación de empatía hacia la realización de determinadas tareas, educación a través de un régimen de premios y castigos, modificación de la conducta, interacción mental, autoconocimiento asistido...

Sea cual sea el nombre que le pongamos, se trata de moldear al esclavo para que sea y se comporte como deseo que lo haga.
Hay toda una serie de técnicas de control mental, pero dichas técnicas ni funcionan con todo el mundo ni malditas las ganas de que así sea.

Someto a quienes son conscientes de ello y a la vez lo desean. No me agradan los zombies sin ningún tipo de iniciativa porque prefiero a un ser racional que se me da voluntariamente. Ya me encargo yo de jugar con su psique cuando me pertenece. Y pertenecer implica participación voluntaria por deseo y por actitud.

Entra en juego la confianza, que no es otra cosa que un proceso de a dos relacionada con la integridad de ambos y que me hace responsable de todo lo que se me entrega. Y, por supuesto, el otro ingrediente básico es la complicidad.

Y aquí vendría la diferencia entre sumiso y esclavo, pero lo dejo para otro momento.

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