viernes, 16 de noviembre de 2012

Humillación


Un tema muy amplio que, curiosamente, suele ser entendido limitándolo al ámbito verbal.

No es así, la humillación puede ser verbal, física, psicológica y, sobre todo, es subjetiva; lo que para unos puede ser humillante, para otros resulta placentero.

Cuando el esclavo renuncia a su voluntad implica el ejercicio permanente de la humillación, ante sí mismo y ante mi. Esto deriva en reactancias y resistencias, muy lógicas en principio, con las que mantiene una lucha interior que irá definiendo la calidad de su entrega.

No existe una regla general de humillación, depende de la forma de ser de cada uno. La indiferencia puede humillar a un esclavo, por ejemplo, pero la humillación verbal excitarlo.

Hay innumerables formas de humillación e igual número de maneras de usarla.

1 comentario:

  1. A mi me gusta abofetearlo en público, le sujeto la cara con la mano izquierda y le abofeteo repetidamente con la derecha... También me gusta comprar en el centro comercial y al pagar chasquear los dedos y que el saque su tarjeta y pague mis caprichos,luego carga todas las bolsas y camina detrás mio. También puedo tomarlo de la oreja y llevarlo a alguna seccion de mujeres de la tienda. Los vendedores lo miran con lástima y las vendedoras me miran con envidia.me gusta humillarlo con esas cosas sutiles en público, en privado me gusta burlarme de su tamaño y dureza comparado con mi strapon largo, grueso y negro,y luego con el mismo lo hago más sumiso.

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