viernes, 23 de noviembre de 2012

Begging


Un esclavo suplica o ruega a su Ama para recibir algo o como petición. Por ejemplo, a la hora de necesitar un orgasmo, su súplica es también un modo de adiestramiento como recordatorio de que su cuerpo ya no le pertenece, así que su placer físico ha de ser concedido por el Ama.

Si hago que el esclavo suplique por algo, es una forma de recordarle que no es libre de tomar sus propias decisiones sin mi permiso.

Puedo usarlo durante un castigo haciendo que el esclavo agradezca cada golpe y que me diga lo mucho que le gustaría un golpe más. Es un modo de hacerlo participar activamente y mantenerlo centrado.

Tener que suplicar no deja de ser una humillación, lo cual influye en trabajar a la vez la humildad del esclavo y, por tanto, la disminución de su ego, si su actitud ha sido arrogante u orgullosa.

Oír súplicas es algo que potencia mi sensación de poder, ya que imploran algo que excede su posibilidad y capacidad de ser controlado. Además, ¿por qué no decirlo?, también puede ser excitante para ambos.

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