Almas en pena

Hace algún tiempo dediqué un post a los sumisos lastimeros, esos que usan la técnica de dar pena para despertar alguna clase de instinto maternal o protector en las Dóminas, quejándose de su suerte y de lo mucho que desean encontrar Ama.

No sé si funcionará con las demás, a mi me causan un rechazo impresionante. Yo no soy tu mujercita que te aguanta, tu novia, tu terapeuta ni nada por el estilo. Soy el Ama de mis esclavos, de esos esclavos que elegí porque existe feeling entre nosotros, entre personas adultas que viven su rol, los que anteponen mis deseos a los suyos y son felices de ese modo, no de los plañideros que llaman a todas las puertas con discursos autocompasivos.

Soy comprensiva y sé que la tarea de encontrar a la Dueña apropiada no es sencilla, pero esas aproximaciones con drama incluido son, para mi, la peor carta de presentación.

Sería deseable que todas esas energías que gastan en airear sus penas se convirtieran en un modo original de llamar la atencion del Ama a la que desean entregarse. Y ahí radica otra cosa realmente importante para nosotras, en esas últimas palabras "llamar la atención del Ama a la que desean entregarse". Cuando les dedican a todas las mismas palabras que a mi, puntos y comas incluidos, pierden hasta el último atisbo de credibilidad.

¡Un poquito de originalidad! Si lo que deseas es una relación con alguien que siente pena por ti, plantéate si lo que realmente buscas es Ama o se trata de otra cosa.