domingo, 21 de diciembre de 2014

Yo decido

Ya he comentado alguna vez que, además de que soy bastante imprevisible (no me gustan las cosas cuadriculadas y sistemáticas) y caprichosa dependiendo del momento, cada esclavo me divierte de formas diferentes.

No feminizo a todos mis esclavos, por ejemplo, ni todos me inspiran las mismas cosas. Disfruto jugando y manipulando los deseos y miedos de cada uno, llevándolos un poquito más allá de sus expectativas y obteniendo mil formas de placer tanto para ellos como para mi, dado que mi placer es también el suyo.

Concedo y niego a mi capricho, premio y castigo comportamientos y acciones en una constante evolución de cada relación.

Y cada una de esas relaciones es distinta a las demás. Tan diferente como diferentes son mis esclavos unos de otros.

No me guío por panfletos ni estereotipos de lo que algunos exhiben como dogmas, sino por mis propias reglas, esas que son las que me complacen y que, a pesar de lo que unas cuantas mentes retrógradas piensen, en ningún momento carecen de ética.

Mis chuchillos me cuidan, me divierten, me sirven, me complacen y son felices haciéndolo. ¿A quién le importa lo que piensen los demás? :D

No hay comentarios:

Publicar un comentario