Yo elijo

Elijo a quién dejo entrar en mi vida del mismo modo que decido quién sale de ella. A veces es una cuestión de salud mental, pues hay gente que sólo acarrea problemas y malos rollos.

Me gusta buscar el lado positivo a cualquier situación o persona pero, lógicamente, aparto de mi lado a todo aquél que sólo aporta negatividad.

Quien desee revolcarse en depresiones y autocompasión es muy libre de hacerlo, pero yo elijo disfrutar de mi vida y de mi entorno.

Es fundamental saber decir no cuando es necesario, manifestar nuestras convicciones y defender nuestro espacio. Sin dramas, sin arrogancia, sin vacilaciones. Nos evitamos posteriores situaciones no deseadas.

Elijo a la gente válida, a la verdadera, a la que estaba allí cuando nadie más estaba, a la que tiene siempre una sonrisa sincera para mi aún cuando hace tiempo que no me ve, a la que habla con hechos, a la que sabe hacerme sonreír, a la que tiene iniciativas y el valor de llevarlas a cabo.

No todos los vestidos nos sientan bien a todas. Yo elijo aquéllos que me hacen sentir cómoda, atractiva, sensual y, sobre todo, feliz. Y aquí podéis leer esclavos en lugar de vestidos ;)