lunes, 1 de septiembre de 2014

No es tan difícil

Se puede perdonar un fallo. Se puede ser comprensiva con un error, incluso con varios si han sido involuntarios. Pero cuando se hace evidente que alguien miente conscientemente y sin reparos, la confianza se acaba.

Si no confías en mi, no podrás entregarte a mi. Si no confío en ti, no aceptaré tu entrega. Sin confianza no habrá complicidad y todo se quedará en un jueguecito en el mejor de los casos, en un mal recuerdo en el peor.

Obviamente, hablo de esos casos en los que se pretenda imponer/aceptar un collar, ya que para jugar un ratito sólo son necesarios una pizca de motivación y una cucharadita de deseo.

Y a veces todo comienza así, ¿verdad? Un juego, una sonrisa, un flirteo...

Hacer honor al collar que llevas es la tarea más grande y por la que has de luchar cada día demostrando que eres merecedor de esa confianza que se ha depositado en ti.

Y, por cierto, si luces el collar de otra, no me interesas en absoluto.

1 comentario:

  1. Para honrar el collar es de suma importancia y cualquier acto que empaña ese collar daña el vínculo de confianza entre un esclavo y su ama. Me lleven el collar de mi ama con orgullo y lucha diariamente para evitar traer cualquier deshonra a mi ama. Puedo entrar en discusiones con otros esclavos, sumisos e incluso otros Dommes en el entendimiento de que mis aportes a una discusión valen la pena y de interés general para la escena D/s. Sin embargo, no puedo y nunca sueño de ofrecer a servir otra ama para esto le sugeriría insatisfacción con el propietario cuyo cuello me desgaste y sin duda sería un acto de traición a la confianza me ha dado.

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